sábado, 12 de abril de 2014

Descubriendo a María Montessori.

 En nuestra asignatura de fundamentos pedagógicos sabíamos, desde el primer día de curso, que deberíamos preparar un trabajo sobre un autor o autora para desarrollarlo en las clases básicas y que el material que preparásemos sería el que entraría en el examen. Normalmente me  gustan las presentaciones de clase aunque la idea de investigar a un autor no es que me hiciese especial ilusión. Sin embargo yo siempre digo que nada pasa por casualidad y  este ha sido uno de esos momentos que siempre recordaré. Elegimos casi al azar a Maria Montessori porque mi compañera María había leído algo sobre ella y le llamó la atención. Así comenzamos en grupo a buscar información sobre esta autora italiana.
María Montessori

María Montessori me ha sorprendido gratamente pues su método es muy acorde a mi forma de entender la educación. Además considero que es un personaje digno de admirar. Poco a poco fui leyendo y al final quedó una frase que creo que ha marcado en mi grupo de trabajo. “¿Qué podemos reflexionar de Montessori?” “A mí maencantao” Así junto y con la boca muy llena. Porque es verdad María Montessori me ha encantado, me ha maravillado como puede haber hecho algo tan real y tan simple. Es precisamente, aprender a enseñarles a base de mirar como son. 
El método Montessori es muy real. Yo he visto a mis sobrinas con la manía de ordenar sus muñecas, de ponerlas en fila (Los niños son amantes del orden). He visto a mi sobrino Abel querer ayudarme a poner la mesa en vez de jugar (los niños prefieren el trabajo al juego). He visto a mi prima Gema de tres años y medio ayudar a mi prima Teresa de dos años y enseñarle a pintar y borrar en la pizarra (porque los mayores tienden a ayudar a los más pequeños y los pequeños a imitar a los mayores) Quizás este de la imitación es uno de los que más tenemos que tener en cuenta a la hora de estar con los niños. A los niños hay que enseñarles la responsabilidad de ir a clase (y por eso yo no falto nunca a la universidad aunque Abel me diga que me quede con él en Cádiz y no vaya a mi cole de mayores) y por eso yo no falto al cumpleaños de mi sobrina, porque se lo prometí y las promesas hay que cumplirlas para no incurrir en la mentira. Hay que adoptar conductas  que queremos que adopten, ayudarles a ser felices y demostrarles que estamos ahí. Solo hay un principio básico de Montessori que yo aún no he encontrado en ningún caso real “Los niños son amantes del silencio.” No sé si será cierto pero cuando grabé a mi sobrina jugando a guardar las tarjetas de lectura con las que su hermano había estado leyendo no paraba de cantar a gritos. Pero claro, mi sobrina Lucilú tiene alma de artista. 

El método Montessori es fascinante, a mi parecer, cualquier persona a la que le guste la infancia y la educación le gustará el método Montessori.  Cualquier persona que crea en la libertad, en la felicidad y en la importancia del aprendizaje amará el método Montessori.
 Además del método que hicimos para el trabajo, estuve investigando diferentes páginas centrándome especialmente en la Lecto-escritura pues además de ser una enamorada de la educación soy desde niña muy, muy aficionada a la literatura  (lo cual no es raro si tenemos en cuenta que en mi casa la habitación más grande es la biblioteca) y me parece fascinante ese proceso en el que pasas de ver símbolos que no sabes identificar a poder leer historias completas y reproducir tus palabras en un papel. Creo que esto que hacemos a diario, esto que yo estoy haciendo ahora mismo de dejar nuestros pensamientos plasmados en papel, es un proceso maravilloso que nos lleva a ser capaces de comunicarnos con el pasado y con el futuro. Jugar con el tiempo, este proceso es el que nos ha ayudado a conocer a personas como María Montessori y en su método es un proceso lento, libre, individual y precioso.  Para materializar mi presentación me centré en como se desarrollaban los principios básicos de Montessori en las tarjetas de escritura y ya que había hecho todas las tarjetas decidí que la mejor manera de ponerlo en práctica y ver su eficacia era dejar que mi sobrino Abel de cinco años,el mismo que nunca para quieto, las usase. Para prueba un dedal: 

5 comentarios:

  1. Que nunca nos falten los libros, esencia de la libertad.

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  2. Ha sido muy interesante ver cómo leía Abel y cómo disfrutaba.

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  3. Con Abel, siempre se disfruta y todo resulta interesante.

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  4. Marieta Montessori será tu nuevo nombre, sin duda si podemos asociar a esta pedagoga con alguien es contigo. Puesto que, sin duda disfrutas con los niños y haces que los demás disfrutemos mientras vemos como aprenden.

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  5. Es un honor, totalmente. Gracias!

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